LA BANCA CONCEDE CRÉDITOS AL CONSUMO PARA LA MEJORA DE LA RENTABILIDAD
Ante la caída de la rentabilidad del negocio bancario, las entidades en España se han volcado con el crédito al consumo. Mientras que el saldo total hipotecario aún cae un 2,8% en los últimos 12 meses, el de préstamos al consumo crece un 5,1% en el mismo periodo, según datos del Banco de España. Y el volumen de crédito nuevo concedido entre septiembre y septiembre se disparó un 20%. En cantidades concedidas, este crédito ya iguala al otorgado en hipotecas. En su último boletín, el Banco Central Europeo destaca el elevado crecimiento de estos préstamos en España.
Un análisis del BCE sobre el crédito al consumo en la euro-zona resalta que en España el volumen de préstamos nuevos aumenta a tasas de doble dígito, muy por encima de la media de la euro-zona que ronda incrementos del 5%.
“El crédito al consumo es el único componente de los préstamos al sector privado que en España exhibe una tasa de crecimiento anual positiva”, sostiene la nota. Si bien el euro-banco matiza que los datos españoles hay que contextualizar los por “el fuerte y prolongado declive que sufrió el crédito durante la crisis”. Allá por los años 2011 y 2012, las caídas del nuevo crédito por este concepto fueron superiores al 10%, mientras que en la zona euro solo retrocedían un 3%.
En general, la institución que preside Mario Draghi subraya que la concesión de estos préstamos ha subido en toda la euro-zona de forma “particularmente rápida en los dos últimos años, casi alcanzando el nivel de crecimiento visto antes de la crisis global”. Aunque el supervisor precisa: “No obstante, la contribución que la financiación al consumo hace al total de crecimiento de los créditos permanece moderada y por debajo de los niveles pre-crisis”. Y señala que ello se debe a que el consumo todavía supone una proporción baja de los créditos.
También ha facilitado esta nueva bonanza dos factores: que se hayan relajado los requisitos y que mejore la solvencia de los prestatarios por los tipos más bajos. “Desde mediados de 2015, los estándares aplicados a los préstamos al consumo han sido más suavizados en España e Italia, donde habían sido endurecidos significativamente tras la crisis financiera y el deterioro de los balances de los bancos y de la capacidad de los hogares para hacer frente al servicio de la deuda”, razona el .
En España, este crecimiento tan robusto se explica por el renovado impulso vivido en la demanda de coches y bienes de consumo duradero, retomada con fuerza tras los años de recesión en los que se pospusieron las compras.
Y sobre todo hay un motivo de fondo: la crisis inmobiliaria y financiera ha provocado que haya menos ventas de inmuebles, se soliciten menos hipotecas y las entidades endurezcan los criterios para brindarlas. Ahora se pide al menos un 20% o un 30% de entrada de la vivienda para que el banco dé la hipoteca. Al mismo tiempo, los créditos hipotecarios ya concedidos se van amortizando a ritmos más rápidos de los que se conceden nuevos. Por todas estas razones, el saldo vivo de hipotecas sigue bajando. Desde máximos se ha desplomado en torno a un 20% y se sitúa en septiembre en los 523.982 millones de euros frente a los 650.473 millones registrados en diciembre de 2011. Una caída que está restando negocio a los bancos. Solo en los últimos doce meses ha disminuido el saldo un 2,8%, según las estadísticas del Banco de España. Y como esta cuenta sigue descendiendo, los bancos se han centrado en el crédito al consumo, sobre todo en el pre-concedido al cliente.
Fuente: https://elpais.com/economia/2017/11/20/actualidad/1511213328_235202.html